Tu corazón palpitaba por cada ola que produce el mar, tus
cabellos fueron cerrojo del vivo lucir de esa tarde. No olvido ese
instante que tu rostro blanco adornaba mis ojos sin producir parpadeos, nublados, segados por tu brillo, reían, gritaba
por placer y manifestaron que eras algo, un porqué de la infinita belleza y
una definición casi del paraíso. Mis pensamientos
sordos tocaron tus labios, bebí, tome tu mano y pude saltar
de constelación a constelación, jamás imagine que una tono rojo
me dio la vida, ese color que cualifica tu silueta en
cada rincón de tu cuerpo. Tómame, y con
cada fracción de mi creación, inspire un soplo y
yo construiré tus piezas para hacerte feliz. Era un día sin cicatrices o heridas, era yo
dentro de un circulo en el alma, mi amor se alejaba de la soledad, había
quien y el porqué de mi despertar con sueños a un paso de caer en las redes de
la pasión, era de noche y en un momento de tu
mirada, había frío y ardía mas la esperanza de mi
piel encajada en tus pensamientos, parecía un cuento de
tocarnos y lamernos la vida para sabernos sin conocernos, yo me desvanecí
en tus manos aunque de lejos solo podía aspirar a ser de ti un misterio, tú me
mostraste un alma ilimitada de todo sentir y me enamore de ti. Tú un sueño
sin soñador capaz de darte vida mas allá del despertar, yo un soñador
que al encontrar su sueño ya no quería volver a la vida de una
sola realidad, contigo me llene las manos de belleza que para ti pintada lo que
veía, por ti me vacié al mundo para llenarme de eso
que ardía y me hacías sentir, amor que de mi
vida aprendió a morir para nacer día a día por tu existir, tormento que
abofeteo la cara de mi destino explosivo y temeroso de poder amar, sin decir mucho
tu silencio se adueñó del negro ser de mis ojos mudos y me enamore
de ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario